lunes, 30 de diciembre de 2013

LA ILUSIÓN DE LA ELECCIÓN
Los padres conocemos el truco: si un niño no quiere comer alguna cosa, le presentamos otra que le guste todavía menos y le pedimos que escoja entre ambas. El niño cede y come lo que se le presentó en primer lugar, resignado pero ligeramente satisfecho porque ha podido elegir y quedarse con la mejor de las alternativas.

Si la opinión pública presenta más dudas de las convenientes sobre la independencia, los nacionalistas se encargan de presentar como única alternativa la continuidad en una España que sabe a rancio: “la elección será entre un país nuevo y la España de los 50” (Oriol Junqueras, La Vanguardia, 29/12/2013). ¿Pero no habíamos quedado en que lo nuestro era la ilusión, y el “discurs de la por” era de los otros?

La famosa PREGUNTA (nótese el uso de las mayúsculas, al estilo del TIMO-NEL) de la consulta es un truco de trileros que hubiera generado un escándalo mayúsculo en cualquier país que no estuviera acostumbrado a que le tomaran el pelo. La única de las opciones que aparece como clara es la del SI-SI: un Estado independiente. Las otras dos representan opciones inconcretas sobre las que es imposible pronunciarse: ¿qué significa el NO? ¿Conformidad con la situación actual? ¿Qué significa un “Estado” pero “NO independiente”? ¿Un Estado federal, confederal tal vez..?
Sobre la forma de recontar los votos en la hipotética consulta no nos podemos pronunciar sencillamente porque nadie la ha previsto. ¿Qué ocurrirá si la opción SI-SI es la más votada pero queda por debajo del 50%? ¿Serán nulos los votos NO-NO? ¿Se sumarán los votos NO a los SI-NO? El timonel redactó la pregunta personalmente y, agotado por el esfuerzo intelectual, dejó la complicada cuestión del recuento para más adelante.

Por lo visto, la enojosa cuestión del recuento no representó ningún obstáculo para los partidos que apoyaron la consulta, conscientes todos ellos de que ésta no se realizará, e interesados en quitarse el muerto de encima y en enviar la pelota al tejado del Gobierno. En relación a esa cuestión, quien se pronunció con más claridad fue la nº2 de ERC, Marta Rovira, para quien más de un 50% de síes en la primera pregunta y más un 50% de síes en la segunda (es decir, un 25% del total) ya sería un aval para la independencia. La Sra. Rovira da el nivel de la militancia y la dirección de ERC, el partido que más crece en las encuestas.

Para los independentistas la consulta es un mero prólogo para la independencia. Un paso más en el proceso de encabronar al personal con argumentos victimistas (“no nos dejan votar”) y de darle publicidad internacional a su “procés”. 

Los independentistas, en definitiva, piden una consulta para que podamos escoger, pero como papás falsamente democráticos ya han escogido el plato que nos conviene y que nos darán de comer.

El “derecho a decidir” es en realidad la “obligación de escoger”.

Y tanta gente tragando y tragando.

2 comentarios:

  1. No existe el derecho a decidir cuando la gente está tan manipulada como lo está en Cataluña.
    Antes de la diada famosa, llevaban años manipulando al pueblo con lo de que los españoles han dicho esto o lo otro de los catalanes. Siempre malo, naturalmente. Lo bueno se guardaban muy bien de que nadie lo supiera. Por eso tuvo éxito la diada. Tenían la prensa comprada. Tienen la prensa comprada.
    Asco y repugnancia.

    ResponderEliminar
  2. Madure hombre, madure. La vida es una sucesión de decisiones y de elecciones. Ya ve, yo he pasado de catalán-español a independentista catalán saltándome el nacionalismo. Es del todo innecesario ser nacionalista para ser hoy independentista, que parece que no lo alcanzan a comprender

    ResponderEliminar